Mucho tiempo sin escribir en el blog, y mientras tanto muchos han analizado los resultados del 20-N pasado. En mi caso, he preferido reposar de tantas sensaciones nuevas antes de escribir al respecto. En este blog aprovecho varios apuntes de compañeros, mezclados con los míos propios, para dar una visión de lo sucedido en estas Elecciones.
Finalmente no conseguimos que Juantxo fuese diputado (aunque consiguió el triple de votos que quien va a presidir el Congreso), pero alcanzamos un meritorio 2% en la Comunidad de Madrid, y contribuimos a que la coalición Compromís-EQUO obtuviera representación por Valencia. La coalición en Baleares también estuvo muy cerca de conseguirlo, pero en general el voto útil, siempre tan acusado en las Elecciones Generales, que premia las opciones de carácter nacional frente a las regionales y las más grandes frente a las más pequeñas, tuvo mucho que ver en que nuestros resultados fueran en general más modestos de lo que deseábamos. Este factor combinado con la premura a la hora de organizar una campaña desde una opción política desconocida por el gran público, con unos recursos muy limitados, creo que han sido definitivos para que buena parte del descontento hacia el PSOE fuera recogido por UPyD y en mucha menor medida por IU, mientras que EQUO ha sido únicamente la opción de la minoría más informada políticamente. Ante la evidente falta de recursos publicitarios, ha faltado tiempo para que la marca calara más allá de los sitios donde hemos realizado una campaña más intensa, como demuestran los buenos resultados alcanzados en algunos distritos de Madrid, Sevilla y otras localidades. El adelanto electoral en este sentido nos ha perjudicado mucho, así como la falta de experiencia de muchos de nosotros en campañas electorales. El derroche de esfuerzo e ilusión no ha sido suficiente para compensar estos hándicap, pero lo bueno es comprobar que tras la noche electoral la mayoría de las personas que hemos ido construyendo EQUO siguen compartiendo esa ilusión inicial.
Dicho esto, traslado aquí tres reflexiones que pienso son importantes a la hora de realizar un análisis cabal de los resultados de EQUO en esta su primera cita electoral.
1) Equo no sólo ha cubierto el espacio electoral verde, sino que lo ha ampliado cualitativamente.
Algunos de los balances pretenden hacernos creer que los resultados han sido limitados porque no se ha conseguido cubrir todo el espacio electoral verde. La realidad es que Equo ha conseguido unos resultados que multiplican el voto verde existente en España en la última década, en las pasadas elecciones generales y en las recientes autonómicas y locales. ¿Dónde estaba ese espacio electoral verde que pretendidamente Equo no ha conseguido cubrir? Había un espacio electoral verde muy limitado, como han demostrado las citas electorales anteriores, una tras otra, que Equo no sólo ha llenado, sino que ha rebasado, multiplicando por seis el voto verde obtenido en las pasadas elecciones generales y duplicando el obtenido por Ecolo en mayo. Equo ha hecho algo más que cubrir un espacio electoral, lo ha ampliado, y desde mi punto de vista ha demostrado que el voto verde está muy lejos de alcanzar su techo en España. La incorporación de un acusado perfil de equidad social y radicalidad democrática ha ayudado a ampliarlo y lo seguirá haciendo en el futuro.
2) El contexto económico ha hecho más difícil emerger una propuesta eco-social.
Algunos de los balances consideran que el perfil de Equo no ha sido suficientemente verde, otros por el contrario lo consideran insuficientemente de izquierdas.
Efectivamente, el perfil de Equo no es sólo verde y en el contexto político económico de estas elecciones hemos tendido a acentuar su dimensión de equidad social y radicalidad democrática, lo que nos ha aproximado a otras propuestas de izquierda, particularmente IU. Pero por otro lado, durante la campaña hemos intentado huir del encasillamiento clásico izquierda-derecha, mostrándonos como una opción diferente de los parámetros de referencia tradicionales. Un perfil propio que busca crear un espacio electoral propio, más que ocupar espacios ajenos. No creo que hayamos “perdido” muchos votos (en el caso de que se pudiera perder lo que no se tiene) por mantener ese equilibrio. Dicho de otra forma: no creo que si hubiéramos rebajado el perfil equidad social y democracia en favor de lo verde hubiéramos tenido más votos, ni tampoco habríamos cosechado más votos si nos hubiéramos auto-proclamado de izquierdas. Lo que sí creo que deberíamos haber acentuado más es nuestra vinculación con el Partido Verde Europeo en nuestra comunicación, sobre todo porque pienso que eso habría ayudado al electorado más desinformado a identificarnos más rápidamente.
Dicho esto, creo que el contexto político y económico en el que se han desarrollado estas elecciones, al bascular casi exclusivamente en torno a la crisis económica, el desempleo y los políticas sociales, no han favorecido la emergencia de una propuesta nueva, verde y eco-social como Equo, a pesar del derrumbe del PSOE. La agenda ambiental ha estado completamente ausente en estas elecciones, no sólo del debate político –tanto en el debate a dos, como en el debate a cinco su ausencia fue clamorosa– sino también en la información general. Meses antes de las elecciones la agenda anti-nuclear estaba de actualidad, pero no durante; e incluso ha sido después, no antes, cuando la prensa se ha hecho eco del crecimiento del 29% de las emisiones globales de CO2 y posteriormente del fracaso de Durban. Equo ha intentado enarbolar algunas de estas banderas, pero frente al desempleo y la crisis de la deuda no hemos tenido capacidad de colocar mensajes propios. Los esfuerzos por presentar propuestas económicas y de empleo en clave de economía verde y de unificar la salida de la crisis económica a la crisis ecológica, que creo que ha sido una de las aportaciones más valiosas de Equo al debate político en estas elecciones, no podían tener recompensa electoral en ausencia de Equo de los debates televisados. Un contexto menos monotemático y más favorable al debate ambiental habría favorecido, no cabe duda, la emergencia de una propuesta como la de Equo, pero no ha sido así.
Tampoco el debate sobre la democracia ha ocupado el lugar que merecía. El efecto del 15-M sobre este asunto ha sido contradictorio. Parece que finalmente ha tenido más influencia el componente de descrédito de “los políticos” que las propuestas de radicalidad y participación democrática. Eso tal vez explica que buena parte del voto desencantado del PSOE haya ido a UPyD que ha desarrollado una incisiva actividad en esa dirección.
Quizás en un contexto tan adverso a nuestras propuestas habría sido conveniente lograr una mayor diferenciación con las demás opciones políticas, en especial de IU y de UPyD, que en realidad es la única opción que ha crecido de forma significativa respecto a las elecciones de mayo. No se trataría tanto de habernos enzarzado en el ‘cuerpo a cuerpo’, pero sí el de haber incidido más en asuntos donde estos partidos tienen comportamientos coincidentes y equivalentes a los de los de PP y PSOE.
3) La negativa a participar en una alianza de izquierdas liderada por Izquierda Unida, ha sido una opción acertada.
Equo declinó la oferta de integrarse en una coalición liderada por Izquierda Unida. ¿Hizo bien? Considero que sí. Aceptarla habría permitido colocar en el Parlamento uno o más representantes de Equo y reorientar el proceso de construcción del proyecto desde una posición más confortable. Pero, a cambio, habría producido una enorme decepción y una desbandada en la mayor parte de las personas que se habían vinculado a Equo por ofrecer un proyecto nuevo; y, muy probablemente, habría arruinado por mucho tiempo las posibilidades de construir un proyecto futuro de ecología política en España realmente independiente. Sólo en un contexto de verdadera presión política y social de amplios sectores de la ciudadanía en favor de una candidatura unitaria frente a los partidos mayoritarios, habría tenido sentido que Equo se hubiera orientado en esa dirección, pero tal presión no existía realmente en la sociedad.
Equo no es una formación política sectaria, incapaz de articular alianzas. Ha demostrado tener capacidad de coalición, incluso en condiciones de minoría, como ha sido el caso de País Valenciá, Baleares y Canarias, con interesantes resultados. Además ha firmado un Acuerdo de Asociación con ICV que está por desarrollar. La evolución de estas alianzas -en especial el acuerdo con ICV– va a depender de la capacidad de trazar desde ahora una hoja de ruta común para el próximo período en el horizonte de las elecciones europeas. No se trata ni de negar la posibilidad de alianzas y coaliciones, ni de orientarse necesariamente hacia ellas. Depende de las circunstancias políticas, de lo que sucede en la sociedad y de lo que más conviene al proceso de construcción de Equo.
En el caso de IU, Equo tiene que construirse como proyecto emergente bien diferenciado y alternativo, porque es un proyecto políticamente diferente, como lo son en Europa el Partido Verde Europeo y La Izquierda. Y en el momento presente la consolidación de Equo como proyecto independiente y diferenciado es la condición para poder abordar en el futuro procesos de colaboración con otras fuerzas progresistas. Eso no impide participar en espacios de resistencia política y social ante las previsibles agresiones sociales y ambientales del nuevo gobierno del PP, pero serán espacios muy distintos del electoral, a compartir también con otras fuerzas, incluido el PSOE.
Muy acertadas tus reflexiones, enhorabuena, algo es cierto :pese al «fracaso» (que no considero como tal) los votantes de Equo, estoy convencido, seguiremos siendolo. En la campaña ,y futuras campañas, creo que incidir sobre el tema -evidente- de que trabajar en «verde» supone generar puestos de trabajo puede,estoy convencido, ayudar a que mucha gente se plantee ¿que es eso de votar verde?, lo que mas nos ha perjudicado ,es la gran ignorancia (muy fomentada desde el poder) sobre estos temas
No comparto la reflexión que aquí se hace. Parto de,que estuve de acuerdo con la salida de Equo al panorama electoral. Creo que los resultados son pobres. No creo que hoy exista espacio aun para un proyecto como Equo. En algunas zonas donde existen proyectos de confluencia co IU incluso con un futuro proyecto Equo no ha sentado muy bien ,caso de Cantabria por ejemplo, entre sectores afines,la presencia no ha sido seguida con el apoyo que si se hubiera dado de otra forma habría conseguido sin duda, bueno un saludo. Marcos
Estoy de acuerdo con gran parte de las reflexiones: Yo creo que ha sido un gran resultado y se ha sentado las bases para una mejora posterior. El poco tiempo se ha vuelto en contra de EQUO.
Apunto una dato que me sorprende, es el resultado de PACMA, que sería un partido con el que se podrían tender puentes, con muchos puntos en común y que ha logrado más de 100.000 votos. Todo lo que sea aglutinar es importante con el objetivo de algún día los ideales eco-sociales tengan voz en los parlamentos y ayuntamientos de España, y poder influir en sus políticas.
Yo no estaría contento con los resultados de Equo. Tu mismo caes en una contradicción, pues hablas de haber mejorado los resultados pero respecto a que? Pero Equo no era un partido nuevo?
Mientras vuestras propuestas no sean realmente diferentes a las de Izquierda Unida (no vale solo con diferenciarse en el funcionamiento interno del partido) no mejorarán los resultados. Tengo muchos amigos que trabajan en energías renovables pero nos han votado por tener ideas demasiado a la izquierda.
A mi juicio Equo es necesario, ha hecho lo correcto presentándose a las elecciones, ha pagado caro el escaso tiempo de preparación, la escasa visibilidad de su proyecto y también la falta de distancia (a efectos del electorado) con otras formaciones como IU y UPyD.
Yo si que creo que el no difinir Equo como de izquierdas es un error. Si somos radicales en la equidad no hay otro adjetivo comprensible para el elector que describirnos como (ideológicamente) de izquierdas.
Yo no entiendo que se pueda apostar por la equidad, la justicia social, la intervención del estado para evitar desigualdades, regular y legislar temas de medio ambiente, etc.. sino es desde la izquierda… La izquierda se opone a la derecha, siendo esta la que está defendiendo la des-regulación y menguar el poder del Estado, para permitir que los intereses de la industria/mercados sean los que actúen libremente, buscando estos el beneficio económico (y solo para unos pocos no para la ciudadanía) y que por norma general no le importa nada salvo el dinero y cuando digo nada, me refiero a que la contaminación les da igual, como que haya gente sin techo o sin sanidad.
Si hay alguien que en Equo se sienta de centro o de derechas que me lo explique porque a lo mejor soy un ignorante. Hay que tener en cuenta que cuando yo estudié no existía Educación para la ciudadanía.. ups que actualmente tampoco se educa en ningún lado sobre ideologías políticas que parece que nuestro sistema educativo tiene como tabú hablar de esto.. no vaya a ser que el ciudadano aprenda y vote en consecuencia… o a lo peor que vuelva a enfrentarse en una guerra civil…
Aquí lo dejo que es tarde y necesito descansar y si sigo no se donde voy a llegar. Para mi la frescura que representa Equo era tan importante como sus ideas Verdes y de Izquierdas. Respecto a IU podrá refundarse lo que quiera hasta que el PCE no se disuelva IU no funcionará al menos en la «U».
Alejandro, esta parte que comentas creo que es fundamental: «Lo que sí creo que deberíamos haber acentuado más es nuestra vinculación con el Partido Verde Europeo». En las papepeletas pone EQUO y en la traducción «EQUO», nadie sabía lo que era ni significaba. Se nos debe conocer como el Partido Verde Europeo, en España.
Respecto a la marca, creo que debe tener un color, y ese es el verde. Las marcas deben tener una imagen, una única imagen, y que cuando la gente la vea (incluso parcialmente) ya la reconozca. La filosofía de todos los colores me parece bien en el mensaje, pero no en la imagen. Al final asociamos una imagen a un nombre, funiconamos así.
Por último, estoy de acuerdo en que EQUO puede tener un espacio propio, y es necesario que lo tenga. Y creo, que si las cosas se hacen bien, entre todos, EQUO puede crecer mucho.
Abraham
Mi única discrepancia es con el tema de definirnos como de izquierdas. Como dijo Daniel Cohn-Bendit en la presentación de EQUO en Madrid: Los verdes europeos queremos luchar contra la derecha cambiando a la izquierda.
En cuanto a la diferenciación con IU o UPyD el problema fue que con la apuesta de EQUO por hacer una campaña en positivo, con propuestas pero sin entrar en alusiones a otras formaciones, se perdió la oportunidad de evidenciar algunos de los puntos débiles de otros proyectos como IU o UPyD: La incoherencia de su defensa de los DDHH con su apoyo incondicional a gobiernos como el de Cuba o Venezuela, su apoyo a la exigencia de avales para poder presentarse (vs críticas al sistema electoral), su constante apelación al voto útil de la izquierda alternativa (vs sus quejas hacia el PSOE por hacer lo mismo) y un largo etcetera para el caso de IU; apoyo de la exigencia de avales también por su parte, el populismo del que hace gala, la incoherencia entre su apuesta por la regeneración democrática y su falta de democracia interna con un funcionamiento jerarquizado y un proyecto personalista, y un largo etcétera para el caso de UPyD.
Una cosa es dedicar el 100% de la campaña a lanzar dardos a los rivales como hacen los grandes, y otra cosa es desaprovechar la oportunidad de visibilizar fallos de otras formaciones en determinadas ocasiones (aunque estoy de acuerdo en que el eje deben ser las propuestas).
En cualquier caso, hay un espacio para EQUO y sólo nos hace falta tiempo y seguir con las mismas ganas y la misma ilusión. La clave en mi opinión va a ser seguir estando en la calle para hablar con la gente y tratar de participar en todas las movilizaciones que se produzcan con una idea esencial: hablarle a la gente de la ecología política y demostrarle que va mucho más allá de una mera preocupación por el medio ambiente, y propone un modelo completo de sociedad, mucho más allá del prejuicio de que sólo nos importan los bosques y los pajaritos. Otra clave para el futuro sería lograr converger con ICV y CHA entre otros para ampliar la fuerza social del entorno verde y constituir una verdadera fuerza alternativa a los partidos tradicionales.
Ánimo todo el mundo y…EQUO VA!
Llego un poco tarde, pero dejaré mi comentario igual… :)
Dejadlo ya: izquierdas y derechas son términos del pasado. Hay que renovar la política. Ahora es un tema de ciudadanos normales vs. poder político constituido. Y, desgraciadamente, en Equo todavía hay demasiados políticos de antes, a los que se les llena la boca de «izquierda».
La renovación política, como la conciencia ecología, como la sostenibilidad, no tienen porque tener color. ¿Porqué os empeñáis en ligarlo todo en paquetes?.
Señores, ahora toca desalojar a los que se han enquistado en el poder: listas abiertas, transparencia, separación de poderes… Lo demás vendrá en cuanto gobierne gente honrada (y la honradez -o su ausencia- tampoco es de izquierdas ni derechas).
No nos engañemos el incremento de «voto verde» no es tal. Es la suma de los que quieren un cambio, de los del 15M, de los de DRY, que no han encontrado otras alternativas. Equo es la única opción nueva, deberíamos aprovechar esta oportunidad.
Yo también llego tarde, pero comentare que estoy con Miguel y con Quino, y no es porque seais los últimos.
La verdad es que lo difil es salir y EQUO ya es visible.
Quino y aunque no lo queramos, seguimos pensando enpaquetados, es lógico, aún somos muy jovenes en democrácia a pesar de que muchos de los que están en primera fila ya son muy viejos en su oficio (toda una vida)debemos de seguir intentando el cambiar las formas, adaptarlas a la realidad y para eso hace falta tiempo y ahora se tiene, no debemos consentir por el bien de la democrácia que el 44% sea el 120% esa no es la realidad, la realidad es otra y como he dicho, ahora tenemos tiempo para conseguirlo y para educarnos en verde, solo practicamos lo que conocemos y el verde aún sigue siendo lejano y ambiguo, necesitamos practivar el verde, algunos ya piensan asi!!!!
Hablar en Verde sin una ideología política detrás, es lo mismo que hablar sin decir palabra; ¿de qué estamos hablando, de un comportamiento cívico, de reciclar, o de algo mucho más profundo y transformador? La izquierda defiende un control democrático del Estado en la sociedad y la derecha, que sea el mercado el que regule nuestra actividad social. ¿Qué defienden los que quieren superar el antagonismo Izquierda/derecha? Tal vez sea el querer llevarnos hacia una derecha más sutil en las formas, pero igual de dura en el fondo.
Soy votante de IU (desde que llegó Cayo Lara, no antes), pero no por ello me dejaba de simpatizar Equo… hasta ahora! Leer que Equo fue «la opción de la minoría más informada políticamente» me parece un recurso propio del mal perdedor (dejando a un lado la podedumbre pedante que comporta siempre las ínfulas de intelectual). Bien pensado, un punto de autocrítica, no iría mal… algo mal debió hacer Equo para no obtener ninguno de los objetivos que se había propuesto y que consideraba alcanzables, ¿no?