Artículo publicado en Público.es (2 de mayo de 2015)
Ya son una realidad. Esta semana se publicaron, tras sobresaltos e intentos de impugnación varios, las listas definitivas para estas elecciones municipales y autonómicas. Nada particular, si no fuera porque entre ellas destaca un fenómeno completamente nuevo: casi un centenar de candidaturas de unidad popular en las 179 localidades que componen la Comunidad. Entre ellas destaca con luz propia la candidatura de Ahora Madrid, encabezada por Manuela Carmena, una estela que también han seguido las grandes localidades de la región.
Todas ellas comparten en su adn primarias abiertas a la ciudadanía, listas paritarias en cremallera, estrictos códigos éticos que incluyen limitación de mandatos y de salarios, y programas participativos elaborados de abajo a arriba. Estas confluencias establecen fórmulas electorales nuevas, alejadas de las típicas sopas de siglas de partidos y basadas en la cooperación política entre iguales, ciudadanos y ciudadanas independientemente de su filiación. Muchas de las candidaturas más grandes, como Madrid, Móstoles, Alcorcón, Leganés o Fuenlabrada, han optado por partidos “instrumentales”; aunque también se presentarán agrupaciones de electores como las de Getafe, Parla, Valdemoro o Alcalá de Henares que han sido capaces de recoger las firmas exigidas por la Ley Electoral para presentarse. La coalición “sin siglas” ha sido la opción preferida por la mayor parte de los municipios pequeños y medianos, algunos tan significativos como Colmenar Viejo o Pinto, en la que los partidos han prestado su legalidad para la presentación formal de las candidaturas, pero renunciando a su nombre y siglas.
Esta efervescencia de candidaturas ciudadanas alejadas de las viejas marcas se debe sin duda al cansancio derivado de unas mayorías políticas totalmente ajenas a los intereses de la gente y a la falta de perspectivas efectivas de cambio real. Pero también existen otras causas: el impulso de Ada Colau en Barcelona y de Ganemos en Madrid; la decisión de Podemos de no presentarse a las municipales con su marca; la apuesta decidida de partidos como EQUO por el nuevo proceso de cooperación política, y hasta IU quien en un primer momento también participó en este proceso, para finalmente dar la espalda a la decisión de la militancia de elegir candidatos favorables a esta confluencia. Pero sobre todo, han sido posibles gracias a la generosidad de cientos de personas dispuestas a invertir muchas horas de sus vidas en reuniones y asambleas interminables en aras de alcanzar acuerdos y consensos que permitieran llevar a buen puerto este proceso.
Han sido unos meses frenéticos hasta que se han presentado las candidaturas de estas listas ciudadanas, experimentando sobre la marcha una metodología de participación política iniciada por las asambleas del 15M, pero absolutamente inédita en nuestro país en términos electorales; y eso a pesar de que la legislación electoral española no está pensada precisamente para favorecer la participación política, sino todo lo contrario.
No siempre la experiencia ha sido coronada por el éxito. Los desencuentros han sido numerosos y en algunos casos han acabado con la ruptura o divisiones. Afortunadamente, en la mayoría de las localidades se ha impuesto el sentido común y la generosidad de los distintos actores, que a pesar de proceder en muchos casos de culturas políticas muy diferentes han estado dispuestos a aparcar las diferencias (y siglas) para construir un proyecto de cambio capaz de derrotar a los viejos partidos.
La fuerza y la ilusión de muchos miles de personas han sido tremendas y ha llevado en volandas a estas confluencias, no sin un enorme sacrificio por parte de cientos de voluntarios y candidatos. Pero ahora nos enfrentamos a la prueba de fuego de las elecciones y hay que afrontar una dura campaña sin demasiados recursos económicos y con poca experiencia previa, así que necesitaremos dar lo mejor de nosotros mismos. Por esta razón este domingo tendremos un encuentro de las candidaturas madrileñas de unidad popular para compartir experiencias y sumar fuerzas en las apasionantes semanas que tenemos por delante. No ha sido fácil llegar hasta aquí, pero estoy convencido que la ciudadanía premiará todo este esfuerzo el próximo 24 de mayo.