En memoria de un pionero

Mi primer post tras la pausa vacacional tiene que ser obligadamente en recuerdo de mi amigo Ramón Sáez-Royuela Gómez, que falleció el pasado 28 de julio a los 79 años. Ramón fue uno de los fundadores de la Sociedad Española de Ornitología (hoy SEO/BirdLife) hace ya 57 años, la más antigua ONG conservacionista del país, y además su Tesorero a lo largo de casi cuarenta años. Ramón era una de esas personas imprescindibles que existen en todas las organizaciones que se dedican precisamente a eso, a organizar, sin especiales pretensiones de fama o liderazgo, simplemente ayudando a que las cosas ocurran, que los estatutos se redacten, que se celebren las asambleas, que se editen las revistas… y a que haya dinero en la cuenta corriente. La naturaleza humilde y callada de este burgalés bajito y socarrón le hizo estar siempre a la sombra de sus otros dos compañeros castellanos de aventuras ornitológicas, el salmantino Bernis, y el vallisoletano Valverde, su primo hermano, auténticos pioneros de las ciencias naturales en nuestro país.

Pero Sáez-Royuela también hizo contribuciones interesantes al desarrollo de la ornitología española, por supuesto. Organizó el primer fichero de aves anilladas y recuperadas en España, y escribió la primera guía de campo de aves netamente española -todo lo previamente publicado eran traducciones- aprovechando la ingente cantidad de información ornitológica atesorada durante años en su inmensa biblioteca particular y su propia experiencia de campo. También como Tesorero de la SEO fue la persona que sin pestañear le prestó a Jesús Garzón las primeras 500.000 pesetas para proceder al salvamento de Monfragüe de las plantaciones de eucaliptos que amenazaban en los 70 al ahora flamante Parque Nacional. Y la que reclutó y contrató a las primeras personas que iniciaron el camino de la profesionalización de la organización, en particular a la que con el tiempo sería la directora de Administración de SEO/BirdLife durante veinte años hasta su reciente jubilación, María José Pérez Salazar.

Pero a mi parecer el gran mérito de Ramón fue ser capaz de conectar entre sí a tres generaciones de ornitólogos, y contribuir así decisivamente al desarrollo de SEO/BirdLife permitiéndola evolucionar pero sin perder ni un ápice de la experiencia y sabiduría previas. El que trabaje en una organización de cierta envergadura sabrá lo importantes que son esas personas que salvaguardan la memoria, a las que necesariamente hay que acudir para preguntar cómo funciona determinado procedimiento o dónde está un archivo extraviado, o cuándo y quién tomó determinada decisión. Pues esta persona fue durante cuarenta años Ramón Sáez-Royuela para SEO/BirdLife. Cuando todos sus compañeros fundadores, e incluso muchos de la siguiente generación, se habían jubilado o al menos abandonado el trabajo voluntario activo, él siguió ayudando a la modernización de la organización y al reclutamiento de nuevas generaciones, más y mejor preparadas, que la han llevado a donde está ahora.

A mí personalmente me ayudó enormemente a aprender a gestionar la cada vez más compleja maquinaria de una de las ONG científicas y conservacionistas más importantes del país. Y siempre lo hizo con su fina ironía y sentido del humor, sin perder la sonrisa casi nunca, aunque probablemente yo sea una de las pocas personas que verdaderamente ha discutido con él, casi siempre por motivos presupuestarios. Aunque no lo crean, su pequeña estatura física no le impedía ser un adversario temible en esas situaciones.

Su delicada situación física ya le había hecho recluirse hace tiempo en casa. Pero eso no le impidió asistir a la última cena de Navidad del personal y la Junta Directiva de SEO/BirdLife, en la que precisamente se despedía a María José Pérez justo antes de su jubilación y a mí mismo rumbo a Equo. Estuve sentado a su lado toda la cena, pero su profunda sordera y el jaleo propio de un evento de estas características no nos permitió conversar mucho. Pero sí me dió la impresión de encontrarse muy orgulloso del nivel alcanzado por la organización que ayudó a fundar hace tanto tiempo. Espero que, prismáticos en ristre, descanse por fin en el cielo de los pajareros, rodeado de los hermanos y amigos que le precedieron y de las aves que tanto amó.

Los que quedamos aquí no le olvidaremos nunca.

 

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4 thoughts on “En memoria de un pionero

  1. Pues lo siento, no me había llegado información de este hecho.De cualquier forma ahí queda su contribución y su ejemplo tambien para EQUO. Este tipo de personas (hablo en general) son las que han hecho a gente como yo ecologistas, cuando de niño veías a estos extraños personajes haciendo unos trabajos fascinantes que te gustaría hacer de mayor y luego te ibas introduciendo en este mundo para intentar ser naturalista o algo parecido. No soy pajarero, lo mio son los insectos, pero nunca he renunciado al disfrute de coger los prismáticos e intentar ver e identificar un ave en cualquier lugar que se tercie o censando cigüeñas algun año.
    Mis ánimos a la familia pajarera de la SEO. El mejor homenaje que se me ocurre hacerle a Ramón desde EQUO es luchemos para que nunca se cumpla la profecía de Rachel Carson, que nunca haya una «primavera silenciosa» y podamos despertarnos siempre con el canto de un ave en la ventana.

  2. Aciertas de pleno, Alejandro, al poner en valor ese trabajo callado pero fundamental, que llevaba a cabo Ramón en SEO. A mí me ayudó en la fase final de la publicación del inventario de Áreas Importantes para las Aves de 1998, corrigiendo milimetricamente el anexo bibliográfico. También guardaré siempre un grato recuerdo de él, con mucho cariño. Gracias por este post, me ha gustado mucho. Un beso.

  3. Si. Un recuerdo entrañable para uno de nuestros fundadores, una de esas personas que sabían que el patrimonio natural, la biodiversidad, no son conceptos abstractos sinó pedazos de realidad por los que hay que luchar sobre el terreno, día a día y organizarse para ello. A mi también me ha gustado mucho el post. Un abrazo.

  4. Gracias, Alejandro, por estos comentarios, que nos ayudan a conocer (y reconocer) más profundamente a nuestra propia familia.

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