Llevamos tantos kilómetros a cuestas que parece increíble que todavía no haga un año que Equo se puso en marcha. Y sin embargo, Equo ya aparece en todas las conversaciones y artículos referentes a la famosa «reconstrucción de la izquierda». Parece que empezamos a contar en las quinielas de lo que vendrá tras el más que probable castañazo del PSOE en las próximas elecciones generales. Así que hay que armarse con las pocas armas que tenemos: la ilusión y el entusiasmo de mucha gente deseosa de otra manera de hacer política, y una ideología potente que en España está prácticamente virgen, la de los ideales ecologistas de una humanidad mejor en paz con el planeta y con nosotros mismos.
En Equo no contamos con la ayuda de las grandes empresas industriales y financieras, ni con el apoyo de grandes grupos mediáticos. Por eso es tan importante el proceso de constitución territorial en el que nos hemos embarcado, en el que además estamos detectando el auténtico vacío que la crisis y los subsiguientes recortes realizados por el PSOE han dejado en muchas personas progresistas. Decía Boti García Rodrigo en la última asamblea de Equo en Madrid que «su voto estaba enfermo» y que por fin ha encontrado la cura con Equo. Unas palabras tan bonitas procedentes de una persona tan comprometida y con tanta trayectoria social y política son realmente definitorias de lo que Equo está significando.
Así que desde la atalaya privilegiada que me da haber asistido a las primeras reuniones y asambleas en media España, especialmente en Andalucía, Canarias y el País Valenciano, además de Madrid, quiero transmitiros en este blog toda la energía positiva que se está desprendiendo en todas partes y animaros a consolidar el proceso poco a poco, sin prisa pero sin descanso. Ahora llega la pausa veraniega, pero tenemos que planificar desde ya la creación de las asambleas en todos aquellas provincias y territorios donde nos están esperando: Castilla y León, Castilla-La Mancha, Cantabria, Extremadura, La Rioja, Navarra, Aragón…
Por otra parte, los cientos y miles de personas que Equo está movilizando lo son en muchos casos porque están buscando realmente un lugar en el que poder participar en política y contribuir a construir una alternativa mejor para nuestra sociedad, no solo porque sean ecologistas o convencidos militantes verdes. Por eso os animo a no tener miedo a los extraños, a expandir el proyecto y albergar cuanta más gente mejor, porque es la fuerza de la gente la que va a ser capaz de llevar nuestro mensaje a las instituciones, y como decía Cohn-Bendit, no debemos mirar de dónde viene la gente, sino a dónde quiere llegar.
Completamente de acuerdo en la totalidad del contenido de la columna.
La verdad, tengo que decir, que fue agradable recibir las sensaciones que transmite el hombre que escribe este blog al tratar con él en la Asamble de Alicante.
Fueron diez palabras, quizás alguna menos las que compartimos, pero en ese trato breve, transmitía la sencillez, y el sosiego de una persona humilde, aun con la gran responsabilidad que le han asignado, se le veía trabajando, dando pasos para que la Asamblea saliera lo mejor posible, pero sin transmitir en ningún momento ansiedad por tener que preparar las cosas con urgencia, o tener que tomar decisiones sin margen de tiempo.
Me encantó la ilusión que transmitía con el proyecto en el que se ha enrolado.
Ojalá le vaya bien, seguro que si es así nos irá mejor a todos también.
El ecologismo y lo «verde» va más allá del enfrentamiento histórico izquierda-derecha, que ya aburre tanto a tantos. EQUO no debería caer en esos juegos y en esas guerras. Me da pena, por ser simpatizante de muchas propuestas de EQUO, ver como algunos militantes/participantes de EQUO denominan EQUO un movimiento/partido de izquierdas. Ruego tomen ejemplo de los verdes en Alemania. Lo que necesitamos es un partido ecologista liberal abierto a antiguos votantes de derecha, izquierda, centro y de donde sea. Lo importante es a donde vamos, no de donde venimos.
Me alegró profundamente el conocer la participacion tan multitudinaria de las asambleas de Valencia y Alicante, es indudable que Equo empieza a transmitir confianza y credibilidad. Apoyo el comentario 2 totalmente, es preciso desprendernos de pronunciamientos de izquierda o de derechas, pues personas de ambas tendencias caben en Equo. Por el programa político y nuestras propuestasclaras y sin medias tintas, nos deben conocer y situar los ciudadanos, pero no por que nos definamos previamente nosotros.
Estupendo que Equo crezca. Me identífico totalmente con las palabras de Boti García. En cuanto a la identificación de Equo como izquierda, no creo que sea tan grave. Lo importante es que se puede redefinir ese concepto, rompiendo con el sectarismo y haciéndolo compatible con el libre pensamiento. Creo que Equo como proyecto político que busca la transformación de la sociedad y del sistema aunando el ecologísmo potente y la igualdad y el estado del bienestar es de izquierdas, porque pone en tela de juicio cosas que están muy profundamente arraigadas. El asunto es que pone en tela de juicio cosas arraigadas también en la izquierda tradicional. Ejemplo: pensar que para vivir mejor es necesario el desarrollismo y la competitividad desmesurada. En fin habría mucho que hablar pero creo que lo importante, por encima de las etiquetas, es el programa que se presente como comenta José Manuel.
Pero sobretodo lo que más me interesa de Equo es que se abre la posibilidad real de profundizar en la democracia participativa.
Sinceramente no creo que el estado del bienestar sea de izquierdas, al menos no de forma exclusiva. Y menos en la reciente historia de España.
Y tampoco creo que el programa de EQUO (democracia participativa, etc.) sea exclusivamente de izquierdas.
En mi opinión EQUO tiene dos opciones:
1. definirse y reafirmarse como partido de izquierdas. El resultado será que nunca llegará más allá de ser un partido marginal, como mucho a conseguir 5%-10% de los votos.
2. definirse como un partido liberal, y abrirse a toda la ciudadanía. El resultado será poder aspirar a estar entre los tres partidos mas votados, consiguiendo un 15-20% o más de los votos. E incluso responsabilidad de gobierno en algunos municipios, y por que no Comunidades Autónomas.
En EQUO está de ser ambiciosos y pensar en grande.
Creo sinceramente que EQUO es una opción abierta a todos. Lo que debe quedar claro es que hay unos pilares fundamentales definidos en su manifiesto. No es necesario ser de izquierdas para estar en EQUO aunque sus propuestas coinciden con muchas de las que tradicionalente defienden partidos de esa tendencia. Dicho esto, mo me parece que muchos votantes del PP simpaticen con ellas. De hecho entiendo que la idea de ver el mundo de EQUO y el capitalismo y los que lo defienden poco tienen que ver. A mi, por ejemplo, no me gusta el término «liberal», pero no por ello voy a criticar a nadie que así se defina siempre que defienda las mismas ideas que yo.
para cuando en catalunya
Sí. Sin Catalunya no se va a ninguna parte. Aunque digan lo contrario, el partido de Herrera no es creíble desde el prisma ecologista. Los políticos profesionales en España ya han demostrado lo peligrosos y volubles que son. Ojo con ellos. Analizad qué es lo que han hecho desde los ayuntamientos y consejerías de medio ambiente en que han gobernado. No basta con ser buenos desde la oposición en el congreso de diputados. Un abrazo.
No se trata sólo de defender nuestro entorno natural, el planeta, sino de hacerlo desde una visión de la realidad. Desde Equo se han definido como «de izquierdas», aunque eso no implica que quieran nacionalizar todo lo que se les ponga por delante. Vivimos en un mundo capitalista, o de mercado; así que, partiendo de ahí, muy de extrema izquierda no se puede ser sin dejar de ser realistas. Pero, sinceramente, me alegro de que en Equo no se definan como liberales, pues a pesar de lo bien que suena, hoy en día la política liberal es la más nefasta en materia de medidas medioambientales.
Si de lo que se trata es de llegar al poder como sea, yo les aconsejaría a los de Equo que en vez de decir que son liberales, se alíen con el PP y tendrán muchas más probabilidades de salir como ganadores. Pero como la cosa no va por ahí, me satisface saber que son de izquierdas.
El problema es que en este país el termino «liberal» es malinterpretado, sobretodo a nivel político.
Según la RAE:
adj. Generoso, que obra con liberalidad.
adj. Inclinado a la libertad, comprensivo.
adj. Partidario de la libertad individual y social en lo político y de la iniciativa privada en lo económico.
Creo que gran parte del manifiesto de EQUO refleja esa generosidad, comprensión y libertad social.
No se trata de llegar al poder como sea. Se trata de ser útil y poder hacer un mundo mejor. Pues en mi opinión una hipotética alianza de gobierno con el PP, sería una buena posibilidad y forma de influir en la sociedad y ayudar en la acción por un mundo mejor.
Hay un abismo entre el concepto coloquial y el político; y que digas, verde liberal, que una hipotética alianza entre Equo y el PP podría ser positivo, lo único que demuestra es que te sientes más cercano de la derecha que de la izquierda, o que tu ingenuidad no conoce límites.
¿por qué nos empeñamos en ponernos etiquetas excluyentes?
Personalmente, siempre me he identificado con la izquierda pero hace años que no me convencen.
¿No es más «inteligente» que te etiqueten los demás según tus propuestas y acciones?
Dejémonos de etiquetas y hablemos de EQUIDAD SOCIAL, DEMOCRACIA PARTICIPATIVA Y ECOLOGÍA POLÍTICA…eso suena a política que ni la derecha ni la izquierda tradicional han intentado nunca. Somos novedosos, somos de muchos colores, somos participativos, somos EQUO