(Transcripción aproximada de la intervención en el pleno de la Asamblea de Madrid el 1 de diciembre de 2016, aquí el video)
La vertiente meridional de la Sierra de Guadarrama, a pesar de estar mayormente desprotegida, tiene una gran biodiversidad que se expresa de muchas maneras. Una de ellas es la singular fauna de anfibios que alberga. Concretamente el municipio de Alpedrete ha sido identificado desde hace ya muchos años por diversas instituciones, en particular el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Asociación Herpetológica Española, como una zona clave para la conservación de la población de anfibios y reptiles de la Comunidad de Madrid. Hasta tal punto es de interés científico esta población que este mismo año se han leído dos tesis sobre el tema.
Esta singularidad se debe a la existencia de unas lagunas de origen artificial pero perfectamente naturalizadas que se formaron por las numerosas canteras de extracción de granito, algunas de cientos de años de antigüedad, pues sirvieron para la construcción de monumentos como el Monasterio de El Escorial o el Banco de España. Estas lagunas son el hábitat de varios anfibios endémicos de la Península Ibérica, es decir que no se reproducen en ninguna otra parte de Europa o del planeta. Son el tritón ibérico, el tritón pigmeo, y el sapo partero ibérico. Pero existen buenas poblaciones de otras especies amenazadas muy interesantes como la ranita de San Antonio, el sapo de espuelas o el sapillo pintojo.
Los anfibios son con carácter general un grupo de vertebrados actualmente muy amenazado a nivel mundial, por lo que su protección legal está garantizada por la legislación europea y estatal. No tanto por la madrileña, absolutamente obsoleta en materia de conservación de flora y fauna.
Pero el problema de los anfibios es la conservación de su hábitat. Ya no tenemos tantos sitios donde exista una fauna tan rica y variada como la de estas dehesas del norte del municipio de Alpedrete, cuya protección reclaman desde hace mucho tiempo las organizaciones científicas y ecologistas, que incluso le han propuesto a la Consejería trabajos de conservación y mejora, por ejemplo para la erradicación de especies exóticas invasoras que depredan sobre las puestas y los renacuajos de estas especies, como el cangrejo rojo, las tortugas de florida y distintas especies de peces introducidas en la zona por los pescadores, a pesar de no estar permitida la pesca en estas charcas.
La otra gran amenaza que pende sobre estos hábitats tan delicados como una espada de Damocles, en especial sobre los sectores llamados Mataespesa, Cercas de Avila y Arcilleros Norte, es la urbanización, que de ninguna manera se debe consentir en el S.XXI en estas zonas de tan gran biodiversidad, después de la inflación constructiva que nos llevó al estallido de la burbuja inmobiliaria en 2007-2008.
Sr. Consejero, me consta que tiene usted toda esta información y mucha más, que sería más que suficiente para incluir estas lagunas en el catálogo de humedales protegidos de la Comunidad de Madrid, o incluso proponer otras figuras de conservación como microrreservas o corredores ecológicos, pero ustedes no hacen nada.
Y esta protección por razones faunísticas y también florísticas, dada la riqueza en orquídeas de esta zona, sería muy importante para garantizar la conservación de estas especies y liberar a toda esta zona de las amenazas urbanísticas que todavía hoy día penden sobre ella. Desde nuestro grupo haremos todo lo necesario para impedir la catalogación como urbanizables de estas zonas, pero pedimos también la colaboración del Gobierno regional y del resto de grupos de esta Asamblea de Madrid.
Hola Alejandro,
Se que ya es un poco tarde para leer esto, pero yo vivo en Alpedrete
y estoy interesada en el tema. Me gustaría saber que puedo hacer cuando pasee por las canteras para poder participar en la causa y así conservar la biodeiversidad de la zona.